Pazo de Almuiña

Loureiro

Treixadura

Albariño

Finca del Pazo de Almuiña en Arbo

Nuestra finca principal está conformada en bancales amparados por muros de piedra mampuestos, produciendo el efecto de acumulador natural de calor, desprendiendo por la noche el calor absorbido durante el día, impidiendo paradas vegetativas y permitiendo una maduración óptima y homogénea. La superficie total de cultivos es de 24 has.

La zona del Condado del Tea disfruta de un microclima diferenciado y particular; una de las razones que permiten alcanzar fácilmente temperaturas inusualmente altas en Galicia, (tal vez las mayores de toda Rías Baixas), es el efecto invernadero producido por la convección del aire. El fuerte viento que sopla por encima de las montañas circundantes, (hasta 1.300m), hace que el aire caliente del valle recircule sin disiparse, provocando un incremento gradual de la temperatura, hasta lograr máximas superiores a los 40ºC.

Mayor temperatura implica menor ataque de plagas, mayor sanidad de la uva y una maduración más completa, (de media tenemos 104 días con temperaturas superiores a 30ºC). Por ello en 2006 obtuvimos el certificado de Producción Integrada, peldaño inmediatamente anterior a la Agricultura Ecológica, limitando al máximo el empleo de agentes fitosanitarios y empleando técnicas respetuosas con el medio ambiente. Unas variaciones térmicas importantes benefician la aparición de componentes aromáticos en la uva; un invierno muy frío (sin helada) y un verano muy caluroso facilitan el desarrollo de una de las máximas virtudes del Liñar de Vides, su intenso aroma varietal.

La orientación al Sol del sistema de conducción de las cepas, en espaldera y parra, persigue una superficie foliar expuesta óptima, incrementando la concentración de azúcares, (mayor grado alcohólico tras la fermentación), y moderando los índices de acidez total.

A ello contribuyen de manera fundamental los laboreos a mano, como deshojados, despuntado o poda. La humedad relativa está influida por los ríos Miño y Deva, que fluyen a menos de 300m. de distancia, proporcionando un ambiente ideal para el desarrollo de las cepas. Además estos ríos han proporcionado los terrenos de aluvión, con las características y riqueza minerales idóneos para la agricultura. Durante la vendimia, que se realiza de forma manual, cada caja de uva es sometida a la inspección directa a pie de cepa, impidiendo la entrada de racimos con granos inmaduros o con trazas de enfermedad; posteriormente en bodega antes de despalillar, se inspecciona nuevamente y de manera individual, cada caja. Inmediatamente se realiza una maceración en frío para optimizar la extracción de aromas y una fermentación a baja temperatura con el fin de minimizar la pérdida de componentes característicos de la variedad.